Durante el siglo XIX, Montevideo fue cuna de infinitas y apasionadas historia. Entre ellas las de Don José de Buschental, propietario de la quinta del Buen Retiro, que con el paso del tiempo se convertiría en el paseo del Prado, y Orfilia, hermosa viuda uruguaya de reconocida familia e importante posición social. No era raro verlos caminar en los jardines durante los veranos Montevideanos. Orfilia, "la del cuerpo de culebra" -según comentarios de la época- tuvo casa en la misma quinta del magnate, donde hoy es la sede del Club Atlético Stockolmo. Restaurante Orfilia rescata del pasado esta singular historia a través de aromas, sabores y calidez en sus ambientes.